viernes, 8 de octubre de 2010

Miro un atardecer que enloquece, y al sentirlo presiento el hecho de salir corriendo, de reir, de soñar, de disfrutar. Me altero y recuerdo me entiendo me abstengo del hecho pienso el sentido y disfruto sabiendo el porque el cual difícil de entender y mas difícil de arreglar. Adquiero respirando la compostura y me siento, me tumbo y pienso pidiendo al cielo.

Absorto me desentiendo de lo que hay a mi alrededor y me agrupo en mi mismo de no saber por donde seguir, de no saber por donde tirar de sentirme con la obligación de ser de no tener tiempo y a la vez ver una vida sin señuelo alguno donde el pescador soy yo. Donde hay un mar en calma un mundo por conocer, pero solo una barca en mitad del océano en la cual estoy solo. Esperando a que sople el viento y me dirija donde realmente tengo que estar, donde la felicidad tiene que ser palpable, donde todos somos iguales y a la vez diferentes. Donde al respirar poder gritar y decir que todo esta bien que nadie me molesta que todo esto es un sentido una mirada logica un destello de luz que asusta y considera que paso a paso se llega muy lejos, que esta todo cerca y que todo es posible…

Pero tropiezo piedra por piedra sin que nadie me diga donde estoy y no comprendo el dia en que al abrir los ojos requiera algo del ser del sentido de lo que soy.

Asi soy…